Ciclo de entrevistas: Así ha vivido una persona con TEA el trabajar en primera línea durante la emergencia sanitaria por la COVID-19

Iván Darío, a la entrada del Centro Ocupacional AZLAN. // APNABI

Iván Darío Henao

Es un joven de con TEA asociado a APNABI. Tras su paso por el Centro de Atención Diurna y el Centro ocupacional AZLAN, gracias al programa de Empleo con Apoyo de la asociación comenzó a trabajar como conserje en la clínica IMQ Zorrotzaurre (Bilbao) el 2 de marzo de 2020, escasos 10 días antes de la declaración del estado de alarma. Nos cuenta cómo ha sido vivir estos últimos meses trabajando en el sector de la salud.

¿En qué consiste tu trabajo en la clínica?

Algunas de mis funciones son abrir la clínica para que mis compañeros y compañeras empiecen a trabajar, vigilar que las nuevas normas de la clínica se respetan, dar indicaciones, reparto postal y vigilar que los coches no obstaculicen el paso y que no hayan obstrucciones.

Seguro que cambiaron tus funciones durante el estado de alarma.

Sí, cambiaron según las necesidades de la clínica. Por ejemplo, durante el estado de alarma yo mantenía el orden de la gente que venía a hacerse las pruebas PCR, en ese momento la tensión por la separación social y las prisas por saber el resultado hacía que la gente se colara o se juntasen mucho, se colocaban muy cerca de la puerta de la consulta donde se haría la prueba para ser de los primeros. Es ahí donde entraba yo a poner orden. No fue nada fácil pues la clínica no está preparada para soportar una pandemia de estas dimensiones. Aún así pudimos sacar el trabajo adelante entre todos y todas.

¿Y cómo está siendo la nueva normalidad?

Está siendo una etapa de relajación alarmante, desde que salimos del confinamiento he visto la «moda» de ponerse la mascarilla en las muñecas, barbilla, codos, bolsillos, y no es agradable de ver. Además mis funciones siguen cambiando, ahora me ocupo de rellenar los dispensadores públicos de alcohol y de los de varias recepciones también.

Empezaste a trabajar pocos días antes del comienzo de la emergencia sanitaria. ¿Cómo te han recibido tus compañeros y compañeras?

He ido forjando un gran compañerismo con mucha gente dentro de la clínica, no es que pueda responder por ellos pero me siento muy aceptado y apoyado, siento que he dado el máximo de mí durante toda esta situación y eso ha ayudado a que los demás confíen en mí. Algunos días, cuando están saturados, me solicitan tareas menores que yo puedo llevar a cabo.

¿Cómo has vivido esta situación a nivel personal?

Los primeros días que viví de esta situación fueron pasear por una ciudad fantasma, todos los días iba por el mismo camino que antes estaba transitado y de repente encontrarme con tal panorama fue una sensación de soledad extrema, y ver a dos personas estar cerca la una de la otra me hizo sentir mucho rechazo.

A nivel personal pienso que aún es demasiado pronto para hablar de esta situación como si ya hubiese pasado, cada vez que estornudo o toso espontáneamente por la razón que sea lo único que hago es preguntarme si estoy infectado.  En casa aún seguimos dejando los zapatos en un rincón y rápidamente nos cambiamos de zapatos para entrar en casa, creo que ese hábito se va a quedar para siempre. Mis amigos están bastante concienciados y quedamos en sitios muy amplios, respetamos la distancia y lo que vayamos a consumir lo traemos nosotros individualmente.

¡Seguro que ahora aprovechas para disfrutar del verano!

Aun no tengo vacaciones, pero los fines de semana los aprovecho para mejorar mis habilidades y conocimientos, ahora mismo planeo sacarme el carnet de conducir y estoy estudiando el libro teórico.

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