APNABI celebra el Día Mundial del Autismo en el que reivindica la inclusión social de las personas con TEA

APNABI Autismo Bizkaia ha celebrado hoy en Bilbao el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo con una fiesta popular y de reivindicación, destinada a hacer visible este trastorno en la sociedad. El encuentro ha congregado a personas con trastornos del espectro del autismo (TEA) y sus familiares, junto a profesionales de esta asociación y miembros de otras organizaciones del mundo de la discapacidad.

La jornada festiva, en la que se ha realizado la tradicional suelta de globos azules biodegradables, ha posibilitado la difusión de mensajes a favor de la mejora de la calidad de vida de las personas con autismo, de manera que puedan llevar una vida plena y gratificante como parte integrante de la sociedad. La campaña de concienciación que ha desarrollado el movimiento asociativo del autismo ha puesto el acento en promover una imagen real de las personas con TEA, que contribuya a visibilizar sus necesidades, así como su talento y capacidades potenciales.

Durante el encuentro festivo se ha abogado por “una dinámica nueva” para impulsar cambios positivos en las distintas áreas de la vida de las personas con TEA que promuevan su inclusión social y el ejercicio efectivo de sus derechos.

157 nuevos diagnósticos en el año 2018

APNABI Autismo Bizkaia es la organización de referencia en el ámbito de los Trastornos del Espectro del Autismo (TEA). Fue creada hace 41 años por iniciativa de un grupo de padres y madres que, haciendo frente al desconcierto, comprendieron que debían unirse para construir juntos un futuro mejor para sus hijos e hijas. Hoy, APNABI Autismo Bizkaia está formada por cerca de 1.200 familias y 250 profesionales que, con el mismo espíritu de entonces y con la colaboración institucional y de otros agentes, mantienen recursos en atención temprana, educación, atención diurna, viviendas, ocio y apoyo al empleo con el objetivo de garantizar una respuesta adecuada a las necesidades del colectivo.

Durante el año 2018, APNABI atendió 157 nuevos casos de personas con un diagnóstico de Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) o sospecha de padecerlo, cuyas edades están comprendidas entre los 0 y los 66 años. El grupo más numeroso es que el que está integrado por personas de entre 6 y 18 años.

El diagnóstico precoz, dentro de los tres primeros años de vida, junto con el inicio de una atención temprana especializada, tiene como resultado una mejor evolución del trastorno. Durante el año 2018, la edad media de los niños y niñas que han comenzado el tratamiento en el servicio de atención temprana de APNABI es de 4 años. Este dato refleja una detección específica del diagnóstico de TEA tardía, que lastra la toma de decisiones sobre el tratamiento de los niños y niñas.

Los varones representan el 88% de los nuevos casos de TEA registrados en APNABI durante el año 2018. Esta proporción se mantiene estable y pone de relieve la existencia de una infradetección en las mujeres, especialmente en las que no sufren discapacidad intelectual.

Sobre el total de personas atendidas por APNABI, la proporción entre hombres y mujeres también confirma una infradetección del autismo entre la población femenina de Bizkaia. De acuerdo con los datos del año 2018, en APNABI hay registrados 5,4 varones por cada mujer. A nivel mundial, los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestran que prevalencia de los TEA de acuerdo a la variable sexo es de 4 hombres por cada mujer.

Los estudios actuales sobre el autismo reflejan las diferencias que presentan hombres y mujeres con TEA. En el caso de las mujeres, se manifiesta un mayor interés por las relaciones sociales y la comunicación, mayor simbolismo, que camuflan el trastorno. También las dificultades con respecto a la memoria, flexibilidad cognitiva, capacidad verbal, motivación y comunicación social son menos manifiestas en las mujeres con TEA y sin discapacidad intelectual.

 

Una persona de cada 100 tiene autismo

El autismo es un trastorno que acompaña a la persona durante toda su vida, del que se desconoce con exactitud su origen, y cuyos signos más evidentes están relacionados con alteraciones en la comunicación, la interacción social y el lenguaje, que originan limitaciones en mayor o menor  grado.

Los nuevos estudios epidemiológicos señalan que una de cada 100 personas tiene un Trastorno del espectro Autista y, por el momento, la atención temprana, la educación y la provisión de apoyos personalizados son los instrumentos disponibles que permiten mejorar sustancialmente su calidad de vida y la de sus familias.

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