Personas con un trastorno del espectro del autismo (TEA) usuarias de APNABI Autismo Bizkaia y profesionales han participado, por segunda vez, en la realización de un diagnóstico para la mejora de la accesibilidad universal en las instalaciones y los servicios de Bilbobus. Esta nueva colaboración se ha desarrollado en estrecha relación con FEVAS Plena Inclusión Euskadi y Puntodis, una empresa especialista en ese ámbito.
Con la participación de APNABI, el servicio de transporte urbano de Bilbao buscaba analizar y plantear mejoras para su nueva flota de autobuses, así como el autobús turístico, autobús aula, tótems de información y página web de turismo. Todo ello se enmarca en un proyecto global que arrancó el pasado mes de octubre y sobre la que se puede conocer más haciendo clic en este enlace para leer la noticia publicada por Puntodis. Para desarrollarlo acudieron a las oficinas y cocheras de Bilbobús en el barrio de Elorrieta el pasado 15 de julio dos personas usuarias del centro de atención diurna (CAD) de San Ignacio y una persona profesional. Allí, con la colaboración de un responsable de Puntodis, el grupo de validación hizo la evaluación.
Las personas participantes destacaron, entre otros aspectos, la dificultad para identificar la señalética en el exterior de los autobuses, especialmente en el turístico, cuyo diseño mezcla imágenes y palabras. Asimismo, subrayaron que no son accesibles los carteles informativos del interior de los autobuses. Esas y otras cuestiones se han trasladado a Bilbobus y Puntodis a través de un informe.
Experiencia anterior
Esta se trata de la segunda colaboración de APNABI con Bilbobus. La primera de ellas tuvo lugar en el año 2019 y estuvo centrada en la accesibilidad cognitiva de la página web, la app móvil, algunos autobuses de la línea 13, paradas y marquesinas. Se puede consultar más información sobre aquella experiencia y sus conclusiones haciendo clic aquí.
La importancia de la accesibilidad
Este tipo de colaboraciones contribuyen a mejorar de manera significativa la accesibilidad de los espacios, servicios y programas del entorno, facilitando la autonomía y calidad de vida de todas las personas, no solo aquellas con TEA, una discapacidad intelectual o del desarrollo, también personas mayores o extranjeras. Y es que mediante experiencias de este tipo se ponen de relieve los obstáculos que pueden dificultar la realización de ciertas actividades y las posibles soluciones que contribuyan a que cualquier persona participe y disfrute de manera autónoma, independientemente de sus capacidades, necesidades o expectativas.